Iván Prado, 31 de diciembre de 2008
San Cristóbal de las Casas- México
“La gente del circo palestino es la mejor metáfora de lo que la esperanza implica para el ser humano, personas que llevan las artes circenses al corazón del conflicto que es lo mismo que el propio corazón de la humanidad. Todos hablan ante nuestras cámaras, todos tienen palabras que remueven nuestra alma. Uno habla del compañero de juegos que mataron en sus brazos y como la impotencia de no poder llevarlo a rastro a tiempo al hospital aún le persigue hoy. Otro habla de sus sueños como palestino y hombre de circo, sueños que suenan sinceros ante la cámara pero que están cargados de vida y resistencia.
Otro nos cuenta por qué va a tener un hijo en Palestina y lo va a criar ante tanta injusticia y violencia. La razón es tan hermosa como que el circo también es su hijo y no lo puede dejar abandonado....”
IV Crónica Iván Prado,
Palestina ´09